La narración del grupo Santana Cazorla, una firma dedicada a la construcción que desempeñó un papel crucial en el desarrollo turístico de las Islas Canarias durante la década de los 80, parece acercarse a su conclusión. Las tensiones y problemas económicos que enfrentan los hermanos Santiago y Manuel han llevado a que el Juzgado Santiago Santana de lo Mercantil número 1 de Las Palmas de Gran Canaria decida iniciar el proceso de liquidación de la empresa matriz, además de rechazar el acuerdo propuesto para rescatar su sucursal hotelera. En consecuencia, se está llevando a cabo un procedimiento para liquidar activos, con el objetivo de conseguir liquidez que permita hacer frente a los aproximadamente 280 millones de euros que deben a diversos acreedores, tales como instituciones bancarias, la Agencia Tributaria, la Seguridad Social y el Gobierno de Canarias, entre otros, tal como se reporta en Canarias7. Sin embargo, aún existe la opción de que las partes implicadas presenten recursos en esta situación. La empresa matriz del grupo entró en concurso de acreedores en el año 2020. Al no haber podido cumplir con sus compromisos financieros, se inició este procedimiento que pretendía encontrar alternativas viables para asegurar la continuidad de la actividad empresarial. Pese a ello, agotar las fases destinadas a acuerdos y a la fase común no resultó en la elaboración de ningún tipo de convenio con los acreedores. En contraste, Mar Abierto S.L., que ha estado bajo concurso de acreedores desde 2018, logró presentar un convenio. Esta empresa es la propietaria de la cadena hotelera Paradise Hotels.